MUJERES...

Daniel Sempere

“Caminando por Alcalà...”

26 de abril de 2010.

MUJERES...

¿O cuál es de más culpar, aunque cualquiera mal haga; la que peca por la paga o el que paga por pecar?

Sor Juana Inés de la Cruz.

“...Ella, la llevo metida desde hace años; aunque me duele, no puedo vivir sin ella. No me la puedo arrancar...”.
Sí, efectivamente, se trata de la declaración de un político oaxaqueño, pero no de los actuales, sino de los reales, de los de cepa, de aquellos, muy pocos, que siempre albergaron el principio de trascendencia, bajo cualquier circunstancia, en el servicio a la nación.
La anterior, fue la respuesta que expresó a sus biógrafos, José de la Cruz Porfirio Díaz Mori, cuando le cuestionaban acerca de una de las mujeres más importantes de su vida, su obra y su historia; la didjazá, la zapoteca, la istmeña, la tehuana. Si, ella, la que al menos en dos ocasiones le salvara la vida, me refiero a Doña Juana Catalina Romero.
Ésta es tan solo una muestra de la enorme influencia que han conseguido las autenticas mujeres oaxaqueñas, en el desarrollo de la vida política del estado y del país, ya que, Doña Juana, además de contar con un elemento esencial para influir en las decisiones del hombre que marcara el rumbo al país por más de 30 años, su deslumbrante belleza; enarboló siempre un profundo interés por mejorar las condiciones de vida que permitieran, por lo menos a los oaxaqueños de su región, acceder a los índices mínimos de bienestar exigidos por la más fundamental dignidad humana.
Hoy a más de un siglo del momento histórico de esta visionaria mujer, que sentó las bases para el desarrollo, a largo plazo, del Istmo del Tehuantepec, y que además, fue vela y timón de la esperanza en la superación del pueblo zapoteca, no se vislumbra, al menos en el escenario político, el más minúsculo destello de alguna mujer con autentico liderazgo e indiscutible capacidad de lucha por los más vulnerables.
No obstante, hay que entender que las mujeres así no se hacen en tres, seis o doce años, y mucho menos son resultado de la generación espontanea; simplemente nacen y se desarrollan con el tiempo.
Es de lamentar, que la participación de la mujer sea limitada, marginal, mediática, circunstancial, fortuita, cuando la mujer oaxaqueña siempre se ha distinguido por ser dueña de capacidad, tenacidad, habilidad, fortaleza, carácter, inteligencia y una actitud emprendedora siempre en aras del bienestar familiar y social.
Es una perversión, que estas mujeres, que representan los valores y principios del pueblo de Oaxaca, no sean consideras más allá de la cuota electoral, de algunas menciones dentro del “bluf” de campaña, y uno que otro encuentro para cuidar las formas y conseguir la tan anhelada foto mediática, a fin mantener cautivas esas voluntades, por lo menos hasta el 4 de julio.
Ante esto, es imprescindible, que ellas, que representan alrededor del 55% del electorado oaxaqueño, más de un millón 300 mil votos, hagan un esfuerzo por demostrar, con su interés, con sus exigencias, pretensiones, deseos, aspiraciones, esperanzas, ilusiones, expectativas, pero sobre todo con su participación, que pueden y deben orientar y definir de manera contundente la elección. Esa sería una muestra clara de que además de ser el pilar principal que rige a la familia, son rectoras del desarrollo de la sociedad.
PUNTOS SUSPENSIVOS: Las cosas malas se hacen a solas y de noche, entonces, ¿qué se puede interpretar de un registro que se efectuó bajos esas condiciones, acaso ocultan algo? ... “ÉL” es un fracaso, al menos así se ha demostrado las dos veces que Abel Guerra Garza utilizó esa campaña en su intento frustrado por acceder a la alcaldía de la capital neoleonesa, por cierto, la ultima vez le ganó un oaxaqueño; su nombre comienza con “F” de Fernando y su apellido con “L” de Larrazábal, y además es panista.
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