* Película basada en la vida de los fundadores de Alcohólicos Anónimos, la cual relata la desesperante vida de Bill W., al no poder dejar la bebida.
* En todo el mundo los grupos de A.A., este 24 de enero volverán a ver la estremecedora producción cinematográfica.
DEDICATORIA: A NANDITO, RENÉ, LUIS, CHICO Y DEMÁS AMIGOS.
¡PIDO LA PALABRA! Desde esta tribuna periodística para decirte que el 24 de enero de 1971, uno de los fundadores del programa de Alcohólicos Anónimos, emprendía el viaje sin retorno. Este domingo se cumplen 39 años de la desaparición física de Bill W, cuya vida fue llevada a la pantalla grande.
El momento cumbre, la primera charla que intercambiaron Bill y el Dr. Bob, en ese instante mágico y maravilloso nacía lo que conocemos como Alcohólicos Anónimos. De la conversación de seres atormentados por el alcoholismo, surgió el programa de recuperación que ha salvado la vida de millones de seres en todo el planeta.
Dice “Chico”, uno de los servidores del grupo “Reencuentro”: “para mi Bill y Bob me dejaron muchas enseñanzas y claro la más grande lección fue el ejemplo de servir y considero que lo sigo haciendo… pero eso sólo uno y su conciencia lo sabe. Ellos nos han dejado un programa maravilloso... todo lo que tenemos que hacer para repagar sus enseñanzas... es transmitirlo.... transmitir esa alegría, esa esperanza... pasar el mensaje de cómo le hemos hecho para dejar de beber.... un día a la vez.”
El alcoholismo ha matado más gente, que todas las guerras juntas que ha padecido la humanidad.
Y a este asesino se le aplaude, sí amigas y amigos lectores se le glorifica desde las pantallas de televisión.
Leamos la siguiente misiva. Me llamo DIOS, y quiero llegar a ti por medio de esta carta, despues de saludarte te quiero felicitar por tu plan de las 24 horas, Y hacerte unas confesiones. Ante todo quiero decirte que me alegra inmensamente verte como todo un hombre (mujer), poder contemplarte como un hijo, como a una OBRA DE MIS MANOS………..Ahora si me gusta entrar en tu hogar y verte rodeado del cariño de tu esposa y de
Tus hijos. Yo he sido testigo del drama terrible de tu vida del alcohólico activo. Yo he
visto en el silencio de la noche, llorar amargamente a tu esposa al ver tronchadas, sus
ilusiones de mujer porque tú cambiaste su amor y su cariño por una botella de alcohol.
Yo he sido testigo de los sufrimientos de la angustia de tu señora por no tener con que ir al mercado y tus hijos le pedían pan y zapatos. Yo si se como engendraste hace varios años a tus hijos. Yo si se como trataste el cuerpo de tu esposa, esa mujer que yo te di para que la amaras como a tu propia carne.
Yo si se que hiciste de la obra grandiosa de tu cuerpo. Yo he sido testigo de las lagrimas de tu madre cuando llegabas a tu hogar y de un empujón la mandabas lejos y a veces hasta levantaste las manos, para pegarle.
Yo he visto el rostro lleno de terror de tus hijos cuando te veían llegar borra-
cho, cuando te pedían de comer, cuando querían besar con sus labios, la frente de su padre, cuando querían contemplar con sus ojos candorosos el rostro de su padre y obtenían como respuesta, una palabrota, un empujón o una patada.
Yo conozco a tus padres ya viejos, llenos de enfermedad y pobreza porque
el alcohol les quitó lo que tu les debías dar.
Yo he sido testigo del llanto de las prostitutas, porque no solamente las trataste como tales, sino como piltrafas humanas, como objetos, y no como personas.
Yo he visto a tus niños desnutridos y también a los que murieron de hambre
por tu culpa y hoy están aquí en mi casa. Yo vi tu terrible insensibilidad, ante el dolor, la enfermedad y el sufrimiento de los tuyos. Yo te he visto como un miserable, como una caricatura de hombre, lleno de mugre,…repleto de amargura. PERO,……… ¡QUE SORPRESA TAN GRANDE ME HAS DADO!
Ahora te encuentro como un hombre nuevo, con ganas de vivir a plenitud.
* COMENTARISTA DE RADIO maldonado3001@hotmail.com
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Atte.
Editorial "Puerta del Cielo"